Biografía de
Joan Lamote de Grignon
Su historia
- De Tortosa a Barcelona. El Conservatorio del Liceo.
- Primeras Obras. Matrimonio. Nacimiento de Ricard.
- Director de orquesta. Desarrollo de grandes obras.
- Fundación de la Orquesta Sinfónica de Barcelona.
- Dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín.
- Su gran proyecto: la Orquesta Municipal de Instrumentos de Viento.
- El reconocimiento nacional e internacional.
- Guerra civil, ocupación de Barcelona y depuración política.
- La fundación de la Orquesta Municipal de Valencia.
- Despedida en Barcelona y recuerdo del gran maestro
De Tortosa a Barcelona. El Conservatorio del Liceo
Joan Lamote de Grignon nació en Barcelona el año 1872, si bien el municipio donde residía la familia Lamote de Grignon era Tortosa, donde Joan Lamote pasó su infancia y adolescencia y donde comenzó sus primeros estudios musicales con Josep Abarcat, a la edad de 8 años, estudiando solfeo, piano y violín y cursando paralelamente los estudios de Bachillerato, que acabaría en Barcelona.
Se trasladó a los 15 años a Barcelona con sus tíos para estudiar en el Conservatorio Superior de Música del Liceo, con los maestros Balart de armonía, Tintorer de piano y Güell de violín. Posteriormente, recibiría clases de composición de un músico muy destacado que le animaría a seguir en su desarrollo y a profundizar en su faceta de compositor: Antoni Nicolau.
En 1890 es nombrado profesor de piano en el Conservatorio Superior del Liceo, y en 1896 profesor de solfeo y de teoría musical en la Escuela Municipal de Música de Barcelona. El 1894 compuso Imogina, un cuadro dramático con letra en italiano y, entre los años 1895-1897, Joan Lamote compuso varias zarzuelas, siguiendo la tendencia de la época y en un proceso de maduración como compositor, pero no se conservan programas sobre las estrenos en el archivo familiar.

Primeras Obras. Matrimonio. Nacimiento de Ricard

El 1897 finaliza su obra sinfónica Scherzo sobre un tema popular. Sería su primera obra realmente significativa, que revisaría y reorquestaría años después, en 1910. Con el tiempo, esta obra ha quedado como un referente sinfónico en Cataluña, tanto en su versión orquestal como en la posterior adaptación que se hizo para banda.
Joan Lamote contrajo matrimonio con Florentina Ribas i Mallol, nacida en Girona y alumna suya de canto en el Conservatorio del Liceo y en 1899 nació su hijo Ricard Lamote de Grignon Ribas, el nombre del cual adoptó en homenaje a Richard Wagner.
El 1899 compone la obra L’Angelo, para barítono i orquesta, sobre texto en italiano de Nino Fioretti y acaba su obra sinfónica Mèdora, dedicada al maestro Nicolau.
Director de orquesta. Desarrollo de grandes obras
El 1901 compone su Reverie schumaniana para violoncelo y piano, que posteriormente orquestaría.
El 1902, a la edad de 29 años, es escogido como director de la orquesta de la Associació Musical, cargo que ostentará hasta el 1910 y con el cual se consolidará como director de orquesta. Esta orquesta impulsa una relevante tarea pedagógica, combinando primeras audiciones y estrenos de obras de autores como Beethove, Bach o Händel con la introducción de obras más modernas de autores como Cèsar Frank o contemporáneos como Camille Saent-Saëns, Vincent de Indy, Isaac Albéniz o Enric Morera, y con la participación de solistas del nivel de Pau Casals, Enrique Granados, Gabriel Fauré, Camille Saint-Saëns o Joaquim Malats. El mismo año 1902 finaliza la que sería su obra más emblemática: La Nit de Nadal, oratorio sobre texto de Francesc Cases y Amigó que tendría un gran éxito y un alto número de representaciones.
El 1904 finaliza la composición de sus Violetas, 12 canciones de primavera, para voz y piano, algunas de las cuales después orquestaría.
Esta obra se considera actualmente una pieza de referencia dentro del lied catalán y fue muy interpretada por las principales cantantes del momento, en ocasiones acompañadas al piano por el propio Joan Lamote. El lied sería un género cultivado a menudo por Joan Lamote, tanto en obras para voz y piano como en armonizaciones de dichas obras para orquesta y solista.
Un año después dirigirá dos «Cantatas» de Bach y, el 1906, la primera audición de la «Misa Solemnis» de Beethoven en Barcelona. Durante 1906-1907, dirige y colabora en los conciertos de la Associació Musical. El 1906 finaliza su ópera: Hespèria, que se estrenaría en el Gran Teatro del Liceo. El 1907 finaliza la orquestación de su sardana Solidaritat de les flors. El mismo año compone la obra para cobla El testament d’Amèlia sobre la melodía de mismo título.
Fundación de la Orquesta Sinfónica de Barcelona
El 1909 deja su cargo en la Escuela Municipal de Música y el 1910 funda la Orquesta Sinfónica de Barcelona, con la ayuda del patricio Eusebi Bertrand i Serra, impulsada de forma personal por el maestro Lamote aportando todo el necesario de su propio patrimonio. Esta formación obtuvo un importante reconocimiento e hizo una labor importante de difusión de obras de autores catalanes, españoles y extranjeros. En su libro de firmas, encontramos elogios de músicos como Arthur Rubinstein o de compositores como Tomás Bretón.

Como prueba del compromiso de la Orquesta Sinfónica de Barcelona en dar a conocer a los autores catalanes y españoles, encontramos la organización por parte de Joan Lamote de la Primera Manifestación Sinfónica de Autores Ibéricos, pequeño ciclo de 3 conciertos que se celebra en 1921, en los cuales fueron interpretadas, muchas de ellas como estrenos o primeras audiciones, obras de T.Bretón, J.Turina, J.Guridi. J. Cassadó, J.Pahissa, L.Lamote y A.Vila (en el 1er concierto), A.Isasi, J.Sancho Marraco, E.Morera, E.Granados, J.B.Lambert, J.Zamacois y T.Bretón (al 2º concierto), y J.Garreta, E.Morera, C.del Campo y J.Lamote (en el 3er concierto).
El 1912 finaliza su Poema romántic, Cántico de amor y dolor, para barítono y orquesta.
Dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín
La importante tarea de difusión del repertorio sinfónico realizada con la Orquesta Sinfónica de Barcelona llevó a que, en Febrero del 1913, a los 41 años, Joan Lamote fuera invitado a dirigir las Orquestas Bluhner y la Orquesta Filarmónica de Berlín, con un programa integrado únicamente por composiciones del propio Joan Lamote. La crítica subrayó con sorpresa la serenidad de su línea melódica, las curiosas combinaciones rítmicas y el valor musical de la orquestación. Asimismo, es acogido por la crítica y el mundo musical como director de orquesta destacándolo como un artista con una destacada capacidad comunicativa.
Previamente, Joan Lamote había acabado el 1913 el primer y segundo tiempo de la obra Hispàniques: Andalusia i Catalunya, que seria una de las obras que integraría los conciertos de Berlín, junto con el Scherzo sobre un tema popular, el Poema romàntic y La Nit de Nadal.
El 1914 finaliza sus Cants populars espanyols, orquestación de 4 canciones populares catalanas, aragonesas y vascas.
Su gran proyecto: la Orquesta Municipal de Instrumentos de Viento
El 1914 Joan Lamote gana las oposiciones a la plaza de director de la Banda Municipal de Barcelona, formación que reorganiza totalmente hasta llegar a dotarla de un grado de perfección sorprendente. Su proyecto consiste pretende llevar a la práctica un experimento único en su género: convertir una banda municipal en una orquesta municipal de instrumentos de viento de primera fila y crear, día a día, un repertorio adecuado para dicha formación. El objetivo era muy claro; se trataba de convertir a la banda municipal ampliada en una herramienta que pudiera hacer llegar la música sinfónica, hasta entonces más destinada a una élite, a todas las calles y pueblos de Cataluña, siendo al mismo tiempo una orquesta viajera a nivel nacional e internacional.

Esta orquesta de viento llegó a un grado de popularidad altísimo, siendo sus conciertos parte importante de la vida barcelonesa. Conocida es la anécdota del maestro Richard Strauss dirigiendo en 1925 en Barcelona su obra “Muerte y Transfiguración”, escrita originalmente por él para orquesta y adaptada en este caso para orquesta de viento e interpretada por la Banda Municipal de Barcelona. Se trataba de una adaptación firmada por el maestro Oliva, que formaba parte del equipo dirigido por el maestro Joan Lamote, quedando Richard Strauss maravillado del sonido que obtenía aquella formación de viento interpretando su propia obra adaptada.
Mientras tanto, la falta de un apoyo oficial a la Orquesta Sinfónica de Barcelona (1910-1924) y la progresiva dedicación de Joan Lamote a la dirección de la Banda Municipal de Barcelona, llevarían a la desaparición de la Orquesta Sinfónica de Barcelona el 1924, habiendo dedicado a esta labor Joan Lamote desde los 38 a los 52 años, y siendo esta orquesta uno de los precedentes claros, junto con la Orquesta Pau Casals (1919-1937), de la actual Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña.
La admiración del maestro Richard Strauss por la Banda Municipal de Barcelona lo llevó a invitar al maestro Joan Lamote a hacer una gira por Alemania con la Banda Municipal de Barcelona, en ocasión de la Exposición Internacional de Frankfurt del 20 al 28/8/1927, donde ofrecieron al público alemán un buen número de obras extranjeras, catalanas y españolas. En este caso, Richard Strauss escogió dirigir él mismo su poema sinfónico Don Juan, admirándose de la transcripción de Joan Lamote para orquesta de viento y, en particular, sorprendido por la instrumentación que sustituía el efecto que hacían las arpas, en la obra original de propio Richard Strauss para orquesta sinfónica, por los instrumentos de viento correspondientes en la Banda Municipal de Barcelona.
Joan Lamote de Grignon hizo una tarea ingente a la Banda Municipal, en especial realizando transcripciones para gran banda sinfónica de las principales obras del repertorio internacional e incluyendo también la música catalana y española. En esta tarea, recibió la ayuda eficiente de su hijo, el compositor y subdirector de la banda, Ricard Lamote de Grignon.
El reconocimiento nacional e internacional
Paralelamente, el 1917 había sido nombrado Joan Lamote director del Conservatorio Superior de Música del Liceu, donde trabajó a fondo reforzando el prestigio de la institución. Joan Lamote seguiría con esta tarea hasta el 1931, cuando la dedicación absorbente a la Banda lo llevaría a dejar su posición en el Conservatorio.
Actuó como director de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo durante 5 temporadas y de la Orquesta del Teatro Real de Madrid por dos temporadas, el 1908-1909, con diversas giras por España. Era reconocido a nivel internacional como director e impulsor de la vida sinfónica y también como compositor, participando en jurados internacionales junto a los grandes maestros. Se le concede en Madrid el título de presidente honorario de la Unión Española de Maestros, directores, concertadores y pianistas. Se le concede también el premio de las Palmas Académicas en Francia.
Es reconocido como pianista, destacando especialmente como acompañante de las mejores cantantes de la época en Cataluña, como las eminentes Conxta Badia, Mercè Plantada, etc…
El 1936, Joan Lamote participa de forma directa en el comité organizador y jurado del Festival de Música Contemporánea de Barcelona, el cual supone la consagración de su hijo Ricard Lamote como compositor a nivel internacional, con el estreno del poema sinfónico «Joan de l’Ós«.
Guerra civil, ocupación de Barcelona y depuración política
Con el estallido de la Guerra Civil española, la actividad de la Banda Municipal de Barcelona se mantiene todavía durante un tiempo en representación del gobierno de la República. Al producirse la ocupación el 1939, intelectuales y compañeros ofrecen a los maestros Lamote de Grignon la posibilidad de abandonar el país en uno de los barcos que marchaban al extranjero, pero ellos deciden quedarse, considerándose ingenuamente inocentes de ningún delito y por no abandonar a su familia. Pero no fue tan fácil: se inicia entonces una persecución personal y administrativa de los maestros Lamote de Grignon. Pensar también que Joan Lamote tenía buena relación con maestros franceses de la época e incluso obtuvo un premio de gran categoría en aquel país: las «Palmas Académicas». Francia era una República y se acusaba a Joan Lamote de simpatizar con este régimen. También se les acusaba de ser los únicos firmantes del manifiesto que se hizo en la prensa en contra del bombardeo de Guernica que todavía estaban en Barcelona.
Por varias denuncias no identificadas su hijo Ricard Lamote de Grignon fue encarcelado el 1939, acusado de haber compuesto y estrenado la obra “1936: Cartell Simfònic”, por encargo del gobierno de la República, para reforzar la moral popular durante la guerra civil. Su vida estuvo en grave peligro y solo las repetidas gestiones oficiales de su mujer y la decidida intervención de un teniente gallego del bando nacional, melómano y que tenía un gran respeto por la trayectoria de los dos maestros Lamote de Grignon, evitó un final trágico, permitiendo la liberación de Ricard al cabo de unos meses. Liberado Ricard Lamote de la prisión, con la salud perjudicada, son destituidos ambos maestros, padre e hijo, de todos sus cargos públicos, empezando así una persecución administrativa evitando cualquier signo de reconocimiento de los maestros Lamote de Grignon.
La fundación de la Orquesta Municipal de València

Pasados unos años en que la familia Lamote de Grignon subsistió con graves dificultades sin ningún ingreso económico, el 1943 finalmente surge una oportunidad única para Joan Lamote de Grignon: es propuesto como director para fundar la Orquesta Municipal de València. Esta propuesta fue polémica y generó el rechazo de una parte del gobierno por la vinculación de los maestros Lamote al gobierno de la República, y más cuando Joan Lamote puso como condición que su hijo Ricard Lamote, que había estado un tiempo encarcelado por el régimen, fuera el subdirector. Finalmente, el espaldarazo de un sector relevante del mundo musical valenciano permitió la contratación de los dos maestros Joan y Ricard Lamote de Grignon. También tuvo un efecto positivo el importante archivo de partituras sinfónicas que Joan Lamote había podido conservar.
A esta tarea dedica Joan Lamote de Grignon toda su ilusión y trabajo, en los últimos años de su vida, llevando la Orquesta Municipal de València a un alto nivel musical y a consolidar un público fiel, con críticas de la prensa valenciana muy positivas. En esta actividad, recibe de nuevo la inestimable ayuda de su hijo Ricard Lamote de Grignon como Subdirector, tanto en la dirección como en la realización de arreglos sinfónicos, más teniendo en cuenta la ya avanzada edad del maestro Joan Lamote en ese momento. La oportunidad de dirigir la Orquesta Municipal de Valencia, en un momento en que los maestros Lamote de Grignon estaban depurados políticamente y no tenían ninguna posibilidad de dirigir una institución pública en Barcelona, supuso una ayuda inestimable para su actividad y una luz en el camino, tanto en su faceta de directores como en la de compositores.
En la etapa de Valencia, los maestros Lamote hicieron varias adaptaciones sobre temas musicales valencianos y prepararon obras específicas para hacer las pruebas de los músicos en la formación de la nueva orquesta. Se cree que es de esta época la obra Tema y variaciones, de Joan Lamote, para contrabajo y piano.
A destacar también la ayuda y el soporte que recibieron en València por parte de Eduard Ranch, intelectual y musicólogo valenciano que fue pieza clave en la acogida de los maestros Lamote de Grignon, así como la amistad con compositores valencianos como Eduard López-Chavarri. El 1946, habiendo perdido ya por enfermedad a su mujer Florentina, Joan Lamote contrae segundas nupcias con Marcela Durand.
El 1947, Joan Lamote finaliza su contrato con la Orquesta Municipal de València y, con 75 años, vuelve a Barcelona, quedándose dos años más en València su hijo Ricard Lamote en València, como subdirector junto al maestro alemán Von Benda.
Despedida en Barcelona y recuerdo del gran maestro
El 11 de marzo de 1949 Joan Lamote de Grignon murió cristianamente en Barcelona acompañado en todo momento de su hijo Ricard, que escribió una nota a la prensa explicando sus últimos días de vida. En el entierro, que estuvo acompañado por una multitud de gente, no hubo ningún acto oficial.
Cataluña perdió así un artista fundamental en el origen de su actividad sinfónica y en la cultura catalana en general, también con repercusión a nivel internacional, sin oportunidad de despedirse. Todo lo que podamos hacer para que se conozcan sus obras y su biografía será un acto justo en beneficio de la buena comprensión de nuestra cultura y sus orígenes.
Acabaremos con unas palabras de Pau Casals en una carta a Joan Lamote de 1925: «…tengo una satisfacción sin límites al expresarle el gozo artístico y el entusiasmo que me causaron su banda municipal en la ejecución de cada una de las obras del programa de ayer. Barcelona le tiene que agradecer para siempre lo que usted le ha dado de amor y de sus dotes de gran músico…»
